La Virgen de Zorita salva la sequía a los sembrados

"Corria el año 1882. Los buenos y sufridos labradores de la comarca habían realizado una sementera feliz, que hacia concebir la esperanza de una abundante cosecha.

Pero he aquí que el tiempo avanza y los sembrados, por falta de agua, presentan un aspecto aterrador. En los meses de Marzo, Abril y Mayo no cayó ni una gota y el espectro del hambre y la miseria se cierne ya amenazador sobre los hogares.

En situación tan angustiosa todos los corazones ponen su confianza en la celestial dispensadora de las divinas misericordias, su Virgen querida de Zorita.

El muy ilustre Ayuntamiento de Melgar, de acuerdo con el muy digno Clero de la parroquia, interpretando el general anhelo, organiza una solemne Rogativa en el Santuario de Zorita, a la que invita a todos los pueblos limítrofes para que acudan en masa con sus cruces y pendones.

El 18 de Mayo acuden todos al Santuario cantando el Santo Rosario y los Salmos penitenciales.

El dia es esplendido y sereno; ni la mas leve nubecilla mancha el azul firmamento.

Celebrado el divino sacrifio de la Misa, siguen llenando el templo los devotos romeros, que renuevan sin cesar en ferviente plegaria. Pero las horas pasan y a las cinco de la tarde el sol se nubla de pronto, densos nubarrones se extienden por doquier, y, poco a poco, el cielo deja caer mansa y abundante lluvia sobre los resecos y casi agotados campos. Lloran de emoción los fieles y bendicen agradecidos a la Virgen. La cosecha de aquel año abundantísima. Los pueblos favorecidos juran rendir todos los años en tal dia homenaje de gratitud acudiendo de igual forma al Santuario de Zorita, como se vine realizando hasta el presente."

Don Julian Gonzalez Bilbao (Abad en 1955 de la cofradia)